Antigüedad y temprano cristianismo
Gracias a las vías y conexiones comerciales, los pueblos antiguos de la Edad del Bronce y la Edad del Hierro en el territorio de la actual Croacia ya desde el siglo VIII a.d.C. tenían contacto con la producción artística de los griegos y los etruscos, pero recién con la llegada de los colonizadores griegos en el siglo IV a.d.C. se crearon las condiciones para el establecimiento y una fuerte difusión de la civilización antigua en la orilla oriental del Adriático. Con la mediación de las colonias griegas, tal y como Issa (Vis) y Pharos (Stari Grad en la isla de Hvar), se expandió la reconocible influencia griega en la escritura, la acuñación, el comercio, la parcelación de terrenos y la construcción de murallas
Desde el siglo II a.d.C. Roma gradualmente organizó su poder y creó varias unidades administrativas – provincias (Dalmacia, Panonia). El desarrollo cultural y económico con las características de la civilización romana (urbanismo, arquitectura, escultura, cultos, acuñación, comercio) se expandieron primero sobre la orilla del Adriático y luego en su interior profundo. Numerosas localidades adquirieron características de ciudades romanas (Parentium/Poreč, Salona/Solin, Iadera/Zadar, Narona/Vid cerca de Metković, Aenona/Nin, Varvaria/Bribir), se construyeron complejos de foros con basílicas, curias, termas etc., pero también edificios lujosos de carácter público, especialmente teatros (Pola/Pula, Salona) y anfiteatros (Pola, Salona, Burnum/Ivoševci cerca de Kistanje).
En la zona panónica se crearon asentamientos termales (Aquae Iasae/Varaždinske Toplice) y ciudades importantes, de las cuales se conservó poca arquitectura (Siscia/Sisak, Marsonia/Slavonski Brod, Mursa/Osijek, Cibalae/Vinkovci). El Palacio de Diocleciano de Split ocupa un lugar especial entre los monumentos. Entre los logros de la construcción romano-helénica se destacan fincas (Brijuni, Polače en la isla de Mljet), rutas (Salona−Sirmium, Emona−Sirmium) y puentes y acueductos (el acueducto de Diocleciano).
Después del edicto sobre la tolerancia de Constantino en 313 empezó el florecimiento del arte del temprano cristianismo en una simbiosis natural con la cultura de la Antigüedad. Los más importantes monumentos de la arquitectura sacra del temprano cristianismo se encuentran en Salona, y los cementerios del temprano cristianismo al norte de la ciudad también tienen un valor especial (Marusinac, Manastirine, Kapljuč). Después de que a mediados del siglo VI Bizancio, sucesor oriental del Imperio romano, se convirtiera en la principal potencia política en Italia y en el Adriático oriental, con el propósito de defender y controlar las vías navegables se construyó una serie de fortificaciones, entre los cuales se destaca el castrum bizantino en la isla de Veli Brijun. El complejo de la Basílica de Eufrasio de Poreč representa un monumento arquitectónico magnífico de ese período.
A finales del siglo VI en el territorio de Croacia la civilización antigua empieza a decaer. La razón de ello es la desintegración económica de las ciudades por las recurrentes incursiones de las tribus "bárbaras".