Croacia contemporánea
El proceso de la creación del Estado croata contemporáneo empezó con la crisis del comunismo en Europa del Este a finales de los años 1980 y el fortalecimiento de movimientos democráticos con la renovación de multipartidismo. Dichos movimientos desde el Báltico hasta el Adriático se alinearon con los reclamos nacionales por la autodeterminación, lo que resultó en la desintegración de los Estados socialistas multinacionales y la independencia de sus componentes federales. En Croacia ese proceso tenía muchas especificidades y, contrario a la voluntad del pueblo croata, no se pudo realizar por vía pacífica. Para el pueblo croata la lucha por la democracia también significó la lucha por el Estado croata.
La lucha por la independencia
Después de la muerte del presidente Josip Broz Tito en 1980 Yugoslavia cayó en una crisis económica y social; se renovaron los enfrentamientos políticos de los liderazgos republicanos sobre la organización del Estado, el pluralismo político, la economía de cada una de las repúblicas, etc. Se reforzaron varios reclamos nacionales por un lado, y la idea yugoslava unitaria por el otro, especialmente en Serbia, algunas instituciones federales y en la cúpula del Ejército Popular Yugoslavo (JNA).
A finales de 1989 en la cúpula de la Liga Comunista de Croacia (SKH) prevaleció la fracción reformista, lo que resultó en la celebración de las primeras elecciones libres y multipartidistas. Fueron llevadas a cabo en abril y mayo de 1990, cuando ganó la Unión Democrática Croata (Hrvatska demokratska zajednica – HDZ), que garantizaba la defensa de los intereses nacionales. El líder de la HDZ, Franjo Tuđman fue electo presidente de Croacia por el Sabor. Luego se adoptó la nueva Constitución (22 de diciembre de 1990) y después del referéndum (el 19 de mayo de 1991) se adoptó la Declaración sobre la proclamación de la República de Croacia soberana e independiente (el 25 de junio de 1991). Luego se aprobó la Resolución sobre la abrogación de relaciones de carácter estatal y legal con otras repúblicas y provincias de la RFSY (el 8 de octubre de 1991), es decir con Yugoslavia como entidad.
A través de la desintegración de la RFSY y la creciente crisis, la cúpula política serbia encabezada por Slobodan Milošević, quien incentivó la misma, actualizaba a la vez la política de la Gran Serbia y convocaba a todos los serbios a unirse a la lucha. Manipulando la posición del pueblo serbio en Croacia, en julio y agosto de 1990 Milošević incentivó y ayudó la rebelión de los extremistas serbios, quienes el 25 de julio de 1990 adoptaron la Declaración sobre la soberanía y la autonomía del pueblo serbio y el 21 de diciembre proclamaron la Región Autónoma de Krajina, que el 1 de abril de 1991 declaró su separación de Croacia y su anexión a Serbia.
Los conflictos armados empezaron en marzo de 1991 y el JNA se sumaba gradualmente a los rebeldes serbios. El 26 de junio de 1991 el Sabor adoptó la Ley de la Defensa, mediante la cual se fundaron las Fuerzas Armadas Croatas. Eran considerablemente más débiles que el JNA, que en 1990 confiscó las armas destinadas a la defensa territorial en el territorio de Croacia. Desde agosto de 1991 los conflictos armados iniciales se convirtieron en una agresión directa por parte del JNA, Serbia y Montenegro, que obligó a Croacia a entrar en una guerra defensiva, llamada la Guerra Patria, en la que hasta su final en 1995 murieron alrededor de 14.000 soldados y civiles.
Desde finales de 1991 un 26,5% del territorio de Croacia (alrededor de 15.000 km²) estaba bajo control de las fuerzas rebeldes serbias; en la parte de este territorio se proclamó "la República Serbia de Krajina" (el 19 de diciembre de 1991). La población croata estaba atemorizada y perseguida; por los conflictos armados a finales de 1991 había alrededor de 550.000 desplazados, y luego 200.000 refugiados de Bosnia-Herzegovina (BiH).
Durante el otoño de 1991 varias ciudades croatas fueron meta de ataques de artillería y bombardeo (Vinkovci, Osijek, Karlovac, Sisak, Gospić, Zadar, Šibenik, Dubrovnik etc.). La ciudad de Vukovar fue especialmente destruida, ya que desde finales de agosto hasta mediados de noviembre de 1991 en los ataques de JNA y las fuerzas paramilitares serbias fueron asesinadas unas 2.000 personas (de las cuales alrededor de 1.100 civiles). A pesar de que las fuerzas serbias finalmente lograron entrar en Vukovar, por su heroica defensa esa ciudad se convirtió en el símbolo de la lucha croata por la independencia.
Con motivo de resolver la crisis yugoslava, la Comunidad Europea (CE) inició en septiembre de 1991 una conferencia de la paz cuya Comisión de Arbitraje concluyó el 29 de noviembre de 1991 de que la RFSY "estaba en proceso de desintegración". Por lo consiguiente los Estados miembros de la CE el 16 de diciembre de 1991 decidieron reconocer la independencia de las repúblicas yugoslavas dentro de sus fronteras existentes, bajo la condición de que cumplieran ciertos principios democráticos. Así, el 15 de enero de 1992 fueron reconocidas las independencias de Croacia y Eslovenia, y el 22 de mayo de 1992 fueron admitidas a las Naciones Unidas (ONU).
Después de una quincena de intentos el 2 de enero de 1992 finalmente se acordó el cese de fuego entre las fuerzas croatas y el JNA. De esa manera se facilitó la operación de la paz de las operaciones de la ONU en Croacia. En las zonas rebeldes y partes vecinas afectadas por los conflictos se establecieron Áreas Protegidas de las Naciones Unidas (UNPAs) bajo la protección de las fuerzas de paz de la ONU (UNPROFOR – Fuerzas de Protección de las Naciones Unidas), y una franja adicional de desmilitarización (las así llamadas áreas rosa). El JNA se retiró de Croacia para ofrecer su apoyo estratégico a las fuerzas serbias en BiH, donde la guerra empezó a comienzos de abril de 1992. Dicha guerra complicó adicionalmente las circunstancias geopolíticas y estratégicas en las cuales Croacia defendía su independencia, porque los serbios rebeldes de Croacia coordinaban sus acciones bélicas con las fuerzas bélicas de ByH, y en el sentido político con la autoproclamada Republika Srpska de ByH.
En las elecciones parlamentarias y presidenciales en agosto de 1992 ganó la HDZ y su candidato presidencial Franjo Tuđman (reelecto en 1997). Desde mayo de 1990 hasta su muerte a finales de 1999 Tuđman fue el actor clave de la política interior y exterior croata.
Los acontecimientos militares y políticos de Croacia en la primera mitad de los años 1990 estaban estrechamente relacionados con los de ByH. La resistencia conjunta de los croatas y bosniacos estaba caracterizada por diferencias y conflictos que en 1993–94 se convirtieron en un conflicto bélico. Bajo la influencia de las EE. UU. (la firma del Acuerdo de Washington el 18 de marzo de 1994) se estableció una alianza estratégica entre Croacia y la cúpula (bosniaca) de ByH. En 1994 Croacia también firmó el Memorándum sobre la cooperación en asuntos de defensa y militares. Siguieron exitosas operaciones militares de las fuerzas croatas en ByH occidental, que también debilitaron la posición de los rebeldes serbios en Croacia.
La cúpula rebelde rechazaba las iniciativas croatas e internacionales por conseguir un acuerdo para terminar la guerra en Croacia (el plan sobre una amplia autonomía para las áreas con la población serbia mayoritaria fue rechazado en enero de 1995). Después de una serie de intentos de negociaciones fracasados en 1995, Croacia recuperó la mayor parte de las áreas ocupadas por vía militar – mediante la operación limitada Relámpago (el 1 y el 2 de mayo) y la operación de mayor envergadura Tormenta (del 4 al 7 de agosto), en la que las fuerzas rebeldes serbias fueron definitivamente derrotadas. Con su retiro hacia ByH y Serbia ocurre el éxodo masivo de la población serbia – se estima que durante la Operación Tormenta más de 150.000 serbios abandonaron Croacia. La Operación Tormenta fue causada también por los acontecimientos en ByH: el genocidio de las fuerzas serbias sobre los bosniacos en Srebrenica, a pesar de la supervisión de la ONU, y la amenaza de repetir el crimen en Bihać en la frontera con Croacia.
Después de esas operaciones la única parte de Croacia que permaneció bajo la ocupación era la región del Danubio en la frontera con Serbia (un 4,5% del territorio). El proceso de la reintegración pacífica fue acordado en noviembre de 1995, durante las negociaciones entre las partes croata y serbia en Dayton (con la mediación de los EE. UU. y el Grupo Internacional de Contacto); el acuerdo fue firmado el 12 de noviembre de 1995 en Zagreb y Erdut (Acuerdo Base sobre Eslavonia Oriental, Baranja y Srijem Occidental, conocido como el Acuerdo de Erdut). Luego fue fundada la Administración de Transición de las Naciones Unidas en Eslavonia Oriental (UNTAES – UN Transitional Administration in Eastern Slavonia), que con la colaboración de las autoridades croatas y parte de la población local serbia en enero de 1998 integró esa zona en el sistema estatal y legal croata. Esa fue a la vez la primera misión de la ONU cumplida dentro de los plazos establecidos.
Con eso terminó el período difícil de desafíos militares y políticos para Croacia (1991–98), cuando defendió su independencia estatal y su integridad territorial. Con los países vecinos resultantes de la desintegración de Yugoslavia (Eslovenia, ByH, Montenegro, Serbia) quedaron algunas disputas fronterizas, que no interrumpieron el gradual establecimiento de cooperación interestatal y regional. El asunto más complejo ha sido el asunto de la frontera marítima entre Croacia y Eslovenia.
El camino hacia la Unión Europea
Desde la proclamación de la independencia en 1991 el objetivo clave de la política exterior croata era el acercamiento a la Comunidad Europea y la inclusión en los procesos de la integración europea. Como país centroeuropeo y mediterráneo en el área de tránsito hacia los Balcanes, y dadas sus experiencias históricas, Croacia consideraba que su gravitación hacia el Occidente una elección geopolítica natural. En vísperas de la desintegración de Yugoslavia y durante la Guerra Patria los Estados miembros de la CE al principio incentivaban procesos de negociación regionales y luego organizaron la ayuda humanitaria y económica a Croacia y finalmente apoyaron su independencia (en enero de 1992). Pero en los siguientes años las relaciones entre Croacia y CE (a partir de 1993 UE – Unión Europea). Croacia se veía en el marco de la inestabilidad general de ala región posyugoslava: fue criticada por el insuficiente progreso en el desarrollo de los derechos humanos y los derechos de las minorías y fue acusada por las violaciones de las leyes de guerra. También fue criticada por la supuesta insuficiente cooperación con el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (fundado en 1993 bajo la iniciativa de Croacia, terminó su trabajo en 2017, mientras que los casos restantes fueron delegados al Mecanismo Residual para los Tribunales Penales Internacionales), razón por la cual el proceso de acceso a la UE se alargó.
La influencia política de la HDZ se debilitó después de la muerte de Franjo Tuđman (1999). En las elecciones presidenciales en 2000 ganó Stjepan Mesić, reelecto en 2005, presidente de Croacia hasta 2010. Los partidos de la oposición ganaron el poder después de las elecciones parlamentarias en 2000. Su gobierno de centroizquierda estuvo en poder hasta finales de 2003, cuyo primer ministro fue Ivica Račan, presidente del Partido Socialdemócrata (SDP; a comienzos de los años 1990 Račan encabezó la reforma de la Liga Comunista de Croacia en SDP). Con la reforma constitucional de 2001 se abandonó el sistema semipresidencial, se redujeron los poderes presidenciales y se reforzó el papel del Parlamento y del Gobierno.
El comienzo de los años 2000 marcó la democratización de la posguerra y unas actividades intensificadas dirigidas hacia el acceso a la UE y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Croacia reforzó adicionalmente su cooperación estratégica con los EE. UU. y la OTAN en mayo de 2000 cuando se sumó al programa de cooperación Asociación para la Paz.
El progreso en las relaciones entre Croacia y la UE fue marcado con la firma del Acuerdo de Estabilización y Asociación el 29 de octubre de 2001 (entró en vigor el 1 de febrero de 2005). Después de que el Parlamento Croata consiguiera el acuerdo unánime sobre la adhesión a la UE, Croacia presentó su solicitud para convertirse en miembro de pleno derecho de la UE el 21 de febrero de 2003.
La continuidad de los esfuerzos de la integración se mantuvo después del cambio de gobierno. La HDZ ganó de nuevo en las elecciones parlamentarias en 2003 y 2007, encabezada por los primeros ministros Ivo Sanader (2003–09) y Jadranka Kosor (2009–11). En las elecciones presidenciales de 2010 ganó Ivo Josipović (candidato del SDP). En las elecciones parlamentarias celebradas en diciembre de 2011 ganó la coalición de cuatro partidos de centroizquierda, y Zoran Milanović se convirtió en primer ministro (hasta 2016 también presidente del SDP ).
Croacia obtuvo el estatus de país candidato para la UE el 18 de junio de 2004, y empezó con las negociaciones para el acceso el 3 de octubre de 2005. También consiguió el importante objetivo de política exterior el 1 de abril de 2009 cuando entró en la OTAN. A finales de junio de 2011 se cerraron formalmente las negociaciones para el acceso y el 9 de diciembre de 2011 se firmó el Tratado de Adhesión de Croacia a la Unión Europea (entró en vigor el 1 de julio de 2013). En el referéndum llevado a cabo el 22 de enero de 2012 dos tercios de los votantes (66,27%) se declararon a favor de la adhesión de Croacia a la UE. A finales de 2011 también terminó el trabajo de quince años de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), iniciado para el procesamiento de los crímenes de guerra cometidos en Croacia entre 1991 y 1995 y el retorno de los refugiados y el ejercicio de sus derechos. La pertenencia de Croacia a la UE implica para el gobierno croata la responsabilidad de aceptar los valores y los principios como también de aplicar las leyes y procedimientos sobre los cuales se basa la estabilidad política y económica de la Unión. En 2015 Kolinda Grabar Kitarović, candidata de la HDZ fue electa presidenta de Croacia, y a partir de 2020 el presidente de Croacia es Zoran Milanović, candidato del SDP. La HDZ, en poder desde 2016, formó gobiernos de coalición después de las elecciones parlamentarias en 2015, 2016 y 2020, donde ganó la mayoría relativa en el Parlamento. A partir de octubre de 2016 el Gobierno es encabezado por el primer ministro Andrej Plenković (presidente de la HDZ desde 2016; reelecto como presidente del partido en 2020). Sus objetivos actuales son la entrada de Croacia en el Espacio Schengen (en 2019 la Comisión Europea confirmó el cumplimiento de Croacia de las condiciones técnicas) y la introducción del euro (se aceptó la carta de intención para la adhesión al Mecanismo Europeo de Tipos de Cambio en 2020). Después de años de recesión, reformas estructurales y fiscales, la reducción de la deuda pública, los superávit presupuestarios y un mejor uso de los fondos europeos fomentaron el reforzamiento de la economía, el crecimiento de inversiones, empleo y salarios, lo que resultó en la mejora de la calificación de crédito.
Política exterior
El reconocimiento internacional y la adhesión a la ONU en 1992 hizo posible que Croacia adoptara un enfoque de política exterior independiente, que hasta mediados de los años 1990 fue marcado por los acontecimientos bélicos. Recién en el período de la posguerra se hizo posible una mayor afirmación internacional de Croacia, confirmada a través de la adhesión a la OTAN NATO (2009) y la UE (2013).
La participación de Croacia en las integraciones euroatlánticas económicas y de seguridad era el objetivo transcendental de su política exterior. En ese contexto se desarrollaron relaciones bilaterales con los Estados miembros de la EU y EE. UU. A la vez la política exterior croata incluyó otros aspectos de actividades bilaterales y multilaterales y estableció varias relaciones interestatales por todo el mundo. Se adhirió a todas las organizaciones e instituciones relevantes (Organización para la Seguridad y Cooperación de Europa, Organización Mundial de Comercio etc.). Como país con una dramática experiencia bélica, Croacia se esforzó en contribuir a la solución pacífica de disputas en el mundo en el marco de la ONU – en 2008/09 fue miembro no permanente del Consejo de Seguridad.
Después de la Guerra Patria la participación de Croacia en los procesos de cooperación y estabilización regional se desarrolla a través del Acuerdo Centroeuropeo de Libre Comercio, el Pacto de Estabilidad para el Sudeste de Europa, como también a través de las iniciativas de los países de la cuenca del Danubio (del 1 de noviembre de 2019 al 1 de noviembre de 2020 Croacia presidió sobre la Estrategia de la UE para la Región del Danubio, y del 1 de julio de 2017 hasta el 31 de diciembre de 2020 sobre la Comisión Europea del Danubio), de los países mediterráneos (en 2018 presidió sobre la Iniciativa Mediterránea) etc. Croacia estableció las relaciones diplomáticas con la mayoría de los países vecinos inmediatamente después de su reconocimiento internacional (Italia, Hungría, Eslovenia y ByH). En 1996 estableció las relaciones diplomáticas con la República Federal de Yugoslavia, y, luego de su desintegración en 2006, con Serbia y con Montenegro.
La participación de Croacia y otros Estados posyugoslavos en los procesos de estabilización política se hace compleja por los pesos históricos, incluida la guerra reciente. Esa complejidad es especialmente notada en las relaciones entre Croacia y Serbia, mientras que se ha superado de manera más exitosa en las relaciones con Montenegro. Un legado del período yugoslavo son las disputas fronterizas, relaciones de propiedad entre los nuevos Estados, el problema de retorno de los refugiados etc. Croacia intenta resolver dichos asuntos de acuerdo con el Derecho Internacional, basándose en los acuerdos interestatales. Ese enfoque, entre otras cosas, hizo posible que Croacia se adhiriera a la UE.
Desde 1999 Croacia participó en una veintena de misiones y operaciones para la paz de la ONU, la OTAN y la UE. Entre 2005 y 2007 el general croata Dragutin Repinc se desempeñó como comandante de la Misión de Observadores Militares de la ONU (UNMOGIP) en la disputada zona fronteriza entre India y Pakistán en Cachemira. En 2018 alrededor de 70 miembros de las fuerzas armadas croatas participaron en tres misiones de la ONU (la mayoría en Líbano, mientras que otros fueron desplegados en Cachemira y en la zona de Sahara Occidental). De 2003 a 2020 las tropas croatas bajo el mando de la OTAN fueron desplegadas en Afganistán, primero en el marco de las Fuerzas Internacionales de Asistencia para la Seguridad (ISAF), y luego en la Misión Apoyo Decidido (Resolute Support Mission). Desde 2009 Croacia también participa en las fuerzas internacionales en Kosovo (KFOR – Kosovo Force; 35 soldados en 2021), desde 2017 en Lituania y Polonia (Presencia Avanzada Reforzada; 188, es decir 80 soldados en 2021), y desde 2018 en Iraq (6 soldados en 2021), también bajo el mando de la OTAN.